¿Cual es la Bendición de Abraham para nosotros los gentiles?



Además los Judíos (hablando términos generales)  creían que el Mesías vendría a aplastar a todos los gentiles y someterlos a ellos. Pero en si omitían la promesa de Dios ha Abraham:

Gen 12:3  Bendeciré a los que te bendijeren,  y a los que te maldijeren maldeciré;  y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Gen 18:18  habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte,  y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?

Esta Bendición para las naciones era Cristo mismo, era la salvación a los gentiles, veamos como lo dice el apóstol  Pedro:

Act 3:25  Vosotros sois los hijos de los profetas,  y del pacto que Dios hizo con nuestros padres,  diciendo a Abraham:  En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Act 3:26  A vosotros primeramente,  Dios,  habiendo levantado a su Hijo,  lo envió para que os bendijese,  a fin de que cada uno se convierta de su maldad.

Observar con detenimiento  el final del versículo 25 con el versículo 26, la Bendición es Jesucristo, la Bendición que habla Pedro es la Salvación.

Rercordemos  el protoevangelio:

Gen 3:15  Y pondré enemistad entre ti y la mujer,  y entre tu simiente y la simiente suya;  ésta te herirá en la cabeza,  y tú le herirás en el calcañar.

Y también asimismo el apóstol Pablo:

Gal 3:13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley,  hecho por nosotros maldición  (porque está escrito:  Maldito todo el que es colgado en un madero),
Gal 3:14  para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles,  a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Gal 3:15  Hermanos,  hablo en términos humanos:  Un pacto,  aunque sea de hombre,  una vez ratificado,  nadie lo invalida,  ni le añade.
Gal 3:16  Ahora bien,  a Abraham fueron hechas las promesas,  y a su simiente.  No dice:  Y a las simientes,  como si hablase de muchos,  sino como de uno:  Y a tu simiente,  la cual es Cristo.
Gal 3:17  Esto,  pues,  digo:  El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo,  la ley que vino cuatrocientos treinta años después,  no lo abroga,  para invalidar la promesa.
Gal 3:18  Porque si la herencia es por la ley,  ya no es por la promesa;  pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
Gal 3:19  Entonces,  ¿para qué sirve la ley?  Fue añadida a causa de las transgresiones,  hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa;  y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Gal 3:20  Y el mediador no lo es de uno solo;  pero Dios es uno.
Gal 3:21  ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios?  En ninguna manera;  porque si la ley dada pudiera vivificar,  la justicia fuera verdaderamente por la ley.
Gal 3:22  Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado,  para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
Gal 3:23  Pero antes que viniese la fe,  estábamos confinados bajo la ley,  encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Gal 3:24  De manera que la ley ha sido nuestro ayo,  para llevarnos a Cristo,  a fin de que fuésemos justificados por la fe.
Gal 3:25  Pero venida la fe,  ya no estamos bajo ayo,
Gal 3:26  pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
Gal 3:27  porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo,  de Cristo estáis revestidos.
Gal 3:28  Ya no hay judío ni griego;  no hay esclavo ni libre;  no hay varón ni mujer;  porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gal 3:29  Y si vosotros sois de Cristo,  ciertamente linaje de Abraham sois,  y herederos según la promesa.

La Simiente que heriría a la serpiente, esa simiente es Cristo, y cuando Dios le dice a Abraham , en tu simiente esta hablando de Cristo, y Pablo es claro totalmente al decir en el versículo 14 que la bendición es recibir por la Fe la promesa del Espiritu, no la promesa de multiplicación, sino la promesa de Salvación. Pablo en Efesios nos dice:

Eph 1:13  En él también vosotros,  habiendo oído la palabra de verdad,  el evangelio de vuestra salvación,  y habiendo creído en él,  fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,


Eph 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios;
Eph 2:9  no por obras,  para que nadie se gloríe.
Eph 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Eph 2:11  Por tanto,  acordaos de que en otro tiempo vosotros,  los gentiles en cuanto a la carne,  erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
Eph 2:12  En aquel tiempo estabais sin Cristo,  alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,  sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Eph 2:13  Pero ahora en Cristo Jesús,  vosotros que en otro tiempo estabais lejos,  habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Eph 2:14  Porque él es nuestra paz,  que de ambos pueblos hizo uno,  derribando la pared intermedia de separación,
Eph 2:15  aboliendo en su carne las enemistades,  la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,  para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,  haciendo la paz,
Eph 2:16  y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,  matando en ella las enemistades.
Eph 2:17  Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos,  y a los que estaban cerca;
Eph 2:18  porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Eph 2:19  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos,  sino conciudadanos de los santos,  y miembros de la familia de Dios,

Eph 3:3  que por revelación me fue declarado el misterio,  como antes lo he escrito brevemente,
Eph 3:4  leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,
Eph 3:5  misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres,  como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
Eph 3:6  que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo,  y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

Pablo escribiendo a Timoteo nos dice:

2Ti 1:1  Pablo,  apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios,  según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,

Pablo relaciona la promesa a la Vida ( Vida Eterna) . El escritor de Hebreos nos habla muy similar a lo que Pablo dice solo que el lo llama reposo:

Heb 4:1  Temamos,  pues,  no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo,  alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
Heb 4:2  Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos;  pero no les aprovechó el oír la palabra,  por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
Heb 4:3  Pero los que hemos creído entramos en el reposo,  de la manera que dijo:
Por tanto,  juré en mi ira,
 No entrarán en mi reposo;
 aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

Heb 6:13  Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham,  no pudiendo jurar por otro mayor,  juró por sí mismo,
Heb 6:14  diciendo:  De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
Heb 6:15  Y habiendo esperado con paciencia,  alcanzó la promesa.
Heb 6:16  Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos,  y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación.
Heb 6:17  Por lo cual,  queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo,  interpuso juramento;
Heb 6:18  para que por dos cosas inmutables,  en las cuales es imposible que Dios mienta,  tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
Heb 6:19  La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,  y que penetra hasta dentro del velo,
Heb 6:20  donde Jesús entró por nosotros como precursor,  hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

La esperanza esta ligada a la redención, y la segura y firme ancla del alma esta ligada a la Gracia. Fijense que esto va con el conterxto porque al decirnos que pentramos hasta dentro del velo, esta hablando del Lugar santísimo, esta hablando de disfrutar la Gloria de Dios, entonces esta hablando de la salvación y vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Heb 9:15  Así que,  por eso es mediador de un nuevo pacto,  para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto,  los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

La Promesa es la Herencia eterna, no es las cosas materiales.  El apóstol Pedro también nos comenta en su segunda epistola:

2Pe 3:9  El Señor no retarda su promesa,  según algunos la tienen por tardanza,  sino que es paciente para con nosotros,  no queriendo que ninguno perezca,  sino que todos procedan al arrepentimiento.

¿Cuál es la promesa que habla Pedro? La Gloria  o la Vida eterna. El apóstol Juan lo habla claramente:

1Jn 2:25  Y esta es la promesa que él nos hizo,  la vida eterna.



En el Plan de Dios siempre estuvieron los gentiles, pero así como a los judíos su ceguera teológica les llevo a creer que el Mesías solo vendría como conquistador y no quisieron ver los pasajes que hablaban de El Mesías sufriente, así mismo, ellos omitieron esto de la salvación a los gentiles dentro de la promesa a Abraham. Muchas Iglesias predican que las promesas a las que se refieren es a la bendición económica pero el contexto de la Escritura dice lo que expusimos, que la Bendición es la Salvación en Cristo Jesús.



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