Bienaventurado los que leen y oyen La Biblia
Apo 1:3
Bienaventurado el que lee, y los
que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca.
Esta es la primera de las 7 bienaventuranzas que
hallamos en el apocalipsis, bienaventurado es el mismo adjetivo que aparece
varias veces en el sermón del monte, y que expresa la idea de dicha y de estar
muy feliz.
Samuel Perez Millos nos comenta “ el termino
griego clásico se utilizaba para designar el estado en que se encontraba para
los hombres que gozaban de extraordinaria felicidad, especialmente porque
habían escalado posiciones sociales o beneficios que los hacia estar por encima
de la gente.”
Alguien solo puede ser en verdad feliz cuando
disfruta de los favores y bondad de Dios:
Stg
1:17 Toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
En la Escritura cada vez que encontremos una
bienaventuranza la encontraremos sujeta a:
1)
La expresión o declaración
2)
A quien se dirige
3)
El motivo
4)
La recompensa
el
que lee, y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
Esto en primer instancia se refiere a las
reuniones, en la iglesia apostólica no se tenia Biblias como hoy las tenemos,
tener un escrito era algo difícil, cuando mucho la asamblea podía aspirar a una
copia, dado que era muy caro hacer las copias y tardado. Así uno leia en voz
alta y la asamblea escuchaba. Tal es lo
que Pablo le comenta a Timoteo:
1Ti
4:13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
Pero a su vez también habla a cada creyente en
particular, para que esté atento y meditando lo escrito en apocalipsis.
Lee, oyen y guardan, el apóstol Pedro nos dice
algo muy similar
2Pe
1:19 Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis
bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones;
Es quizá el libro más descuidado y el que
contiene bienaventuranza al que lo atesore, parece irónico pero es lo que
sucede en realidad. Entender apocalipsis nos hará estar confiados en todo lo
que está por venir pues sabemos que está bajo control de Dios.
Un ejemplo de que trae bendición estudiar las
profecías Biblicas es el caso de Daniel,
Dan
9:1 En el año primero de Darío
hijo de Asuero, de la nación de los
medos, que vino a ser rey sobre el reino
de los caldeos,
Dan
9:2 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el
número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en setenta años.
Dan
9:3 Y volví mi rostro a Dios el
Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno,
cilicio y ceniza.
Dan
9:21 aún estaba hablando en
oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al
principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la
tarde.
Dan
9:22 Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo:
Daniel, ahora he salido para
darte sabiduría y entendimiento.
Dan
9:23 Al principio de tus ruegos fue
dada la orden, y yo he venido para
enseñártela, porque tú eres muy
amado. Entiende, pues,
la orden, y entiende la visión.
Dan 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu
pueblo y sobre tu santa ciudad, para
terminar la prevaricación, y poner fin
al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
El caso del Eunuco Etipe de Hechos nos da otro
ejemplo de bienaventuranza
Act
8:26 Un ángel del Señor habló a
Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a
Gaza, el cual es desierto.
Act
8:27 Entonces él se levantó y
fue. Y sucedió que un etíope, eunuco,
funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
Act
8:28 volvía sentado en su
carro, y leyendo al profeta Isaías.
Act
8:29 Y el Espíritu dijo a
Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
Act
8:30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo:
Pero ¿entiendes lo que lees?
Act
8:31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con
él.
Act
8:32 El pasaje de la Escritura que
leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado;
Y como cordero mudo delante del que lo
trasquila,
Así no abrió su boca.
Act
8:33 En su humillación no se le
hizo justicia;
Mas su generación, ¿quién la contará?
Porque fue quitada de la tierra su vida.
Act
8:34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo,
o de algún otro?
Act
8:35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Act
8:36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Act
8:37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes.
Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Act 8:38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
El ser negligente nos puede acarrear muchos
problemas, querer evadir la responsabilidad de estudiarlo también. Asi como
esta esta bienaventuranza, esta también la siguiente advertencia:
Apo
22:18 Yo testifico a todo aquel que
oye las palabras de la profecía de este libro:
Si alguno añadiere a estas cosas,
Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Apo 22:19 Y si alguno quitare de las palabras del libro
de esta profecía, Dios quitará su parte
del libro de la vida, y de la santa
ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
La razón es “El Tiempo esta cerca”, aquí la
palabra griego para tiempo no es Chronos que significa el tiempo con respecto a
reloj, sino Kairos que simboliza era, estación
Tiene que ver con un período de tiempo con sus
características peculiares (como primavera o verano). La referencia aquí es,
sin duda, al hecho de que el tiempo del fin está cerca. El día en que Dios
intervendrá judicialmente en los asuntos del hombre para poner fin a la
historia tal como la conocemos ahora y establecer su reino glorioso de paz y
justicia.
“Las palabras
de esta profecía» se refiere a la palabra canónica escrita por el hombre de
Dios, autorizado para escribir bajo la dirección del Espíritu Santo. Nótese que
Juan designa la naturaleza de lo que escribe como profecía. Además, debe
recordarse que la literatura apocalíptica no es sólo profética, sino también
escatológica, es decir, su temática principal concierne a las cosas que han de
ocurrir en los postreros tiempos.
Las cosas en
ella escritas.» Esta frase destaca la autoridad permanente de la palabra de
Dios. ((Las cosas escritas» (ta gegramména) es el participio pasivo, tiempo
perfecto del verbo gráfo, que significa «escribir». El tiempo perfecto sugiere la
permanencia y la autoridad del documento. «La palabra de Dios que vive y permanece
para siempre» (1 P. 1:23).”
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