un Enemigo silencioso espiritual: La Tibieza
Una Breve reseña de lo que estaremos viendo al abordar estos miercoles siguientes la Carta a la Iglesia en Laodicea.
Rev 3:15 Sé tus obras, que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Rev 3:16 Y por cuanto eres tibio, y no caliente ni frío, estoy por vomitarte de mi boca.
Rev 3:16 Y por cuanto eres tibio, y no caliente ni frío, estoy por vomitarte de mi boca.
El predicador y evangelista Campbell Morgan dijo:
“La tibieza espiritual es la peor clase de blasfemia” y continúa diciendo… “Tibieza
es la condición en que la convicción no afecta la conciencia, el corazón o la
voluntad. La Cruz no es negada, pero no es algo vital. La Cruz puede ser
llevada como un adorno, como por desgracia se lleva hoy con demasiada
frecuencia, pero estos santos de cruces nunca se han dejado clavar a la verdadera
Cruz. La cruz de plata o de oro es un adorno sobre el pecho y da una sensación
agradable. Una cruz de madera con clavos es algo distinto. Cuando la Cruz es un
adorno no hay muerte en ella, pero tampoco hay vida. Cuando la Cruz deja de ser
un adorno y pasa a ser instrumento de muerte, entonces hay una pasión que acaba
siendo una vida contagiosa. ¿El pecado? Oh, sin duda, se admite el hecho del
pecado, pero no se le aborrece. Se habla del pecador como alguien digno de
lástima, pero no se levanta un dedo para salvarle. El pecado es algo a lo que
hay que objetar, quizás un defecto moral, o una visión deformada, pero nunca un
veneno, podredumbre y catástrofe. Son tibios en su creo y en su conducta. ¿Hay
que asombrarse si Cristo suspira y dice: ‘Preferiría que fueseis fríos o
calientes’?”
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